PRESENCIA DEL SANTO CUSTODIO
EN LA FE DE LA IGLESIA
La presencia de San José en la Iglesia es abundante y
fecunda, por lo cual constantemente se ha recurrido confiadamente a su
especial protección de múltiples formas, hasta el punto que hace más de
cien años el Papa León XIII exhortó al mundo católico a orar y obtener
la protección de San José proponiéndolo como patrono de la Iglesia
Universal en virtud de “aquel sagrado vínculo que lo une a la Inmaculada
Virgen María”.
Pero no sólo la Iglesia Universal por medio del Papa León XIII lo ha
consagrado como su protector, también cuatro naciones enteras se han
puesto bajo su especial cuidado invocándolo como Patrono Oficial:
Bélgica, Canadá, China y Perú.
Su ejemplo y protección son garantía de una intercesión segura, como
nos lo indicaba el Papa Juan Pablo II: “Además de la certeza en su
segura protección, la Iglesia confía también en el ejemplo insigne de
San José; un ejemplo que supera los estados de vida particualres y se
propone a toda la Comunidad Cristiana, cualesquiera que sean las
condiciones y las funciones de cada fiel”. (Ver Juan Pablo II,
Redemptoris Custos n. 30)
Es así como surgen en la devoción del Pueblo de Dios ultitud de
personas, de múltiples condiciones, oficios y estados que se ponen bajo
su especial protección.
San José es venerado además como el Patrono de:
- Los Padres de Familia
- Los Trabajadores
- Los Obreros
- Los Carpinteros
- Las Personas Vacilantes
- Los Viajeros
- Los Moribundos
- La Buena Muerte y
- La Justicia Social.
San José, por conformar con Jesús y María la Sagrada Familia, pertenece a un Orden superior al de todos los demás Santos, de ahí que debe ser parte esencial en la vida de Fe de todos los cristianos,no como un Santo más, sino como quien ha participado de una forma singular en el Misterio de la Encarnación. Esto ha quedado ahora más patente, con la inclusión de su nombre en las Plegarias Eucarísticas. Debemos hacerle, también, un espacio en el rezo del Santo Rosario.
ResponderEliminarSanta María, Madre de Dios y Esposa de José, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
El 1 de Noviembre de 1950, se definió la Asunción de María, como dogma de Fe.
ResponderEliminarEl texto de dicha definición no es excluyente, o sea, afirma que María está en el Cielo, en cuerpo y alma, pero no dice que sólo ella.
Así se ha entendido siempre y la prueba de ello es que 10 años más tarde, el 26 de Mayo de 1960, en una homilía, el Papa Beato Juan XXIII, dice que "podemos creer", que San José ha subido al Cielo en cuerpo y alma".
En síntesis, en el caso de María "debemos creer" en su Asunción porque ya es doctrina definida; en el caso de San José, no se ha definido aún, pero "podemos creer" en dicha posibilidad.
El 13 de Octubre de 1917, sucedió la última de las apariciones de Fátima. O sea, estamos a pocos años de celebrar el centenario de tan significativo acontecimiento, que sigue hablando a los creyentes de hoy, como lo demuestra la decisión tomada por el Papa Francisco de consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María, este próximo domingo, con ocasión del 96 aniversario.
ResponderEliminarEn dicha aparición, además de Jesús y María, se presentó también José, y lo hizo, no en actitud pasiva sino, bendiciendo al mundo, junto con los otros dos miembros de la Sagrada Familia.
Es una lástima que aún los más fervientes impulsores del conocimiento de estas apariciones y de la devoción a la Virgen de Fátima y al Rosario, hayan dejado en la penumbra la figura de San José. No se ha profundizado, prácticamente nada, sobre el significado de su presencia dentro de este contexto, y menos, sobre el sentido de su bendición. Y, si es en las representaciones iconográficas del suceso, San José está totalmente ausente.
A mi pobre entender, todo ello nos dice que la presencia de José en la Sagrada Familia se prolonga hoy en el destino del Pueblo de Dios. Si la misma Virgen lo ha traído con ella para que derrame sobre nosotros su bendición, ¿estaremos en lo correcto, dejándolo de lado? ¿será esto del agrado de la misma Virgen?
Sugiero, respetuosamente, a quienes tienen la unción, los medios, recursos y capacidades para ello, que comiencen a presentar el acontecimiento de Fátima, de forma más inclusiva hacia la Sagrada Familia, como un todo. Esto se puede reflejar, dedicando a San José, alguna plegaria dentro del Santo Rosario, colocando su imagen también junto a la de la Virgen, y otorgándole mayor presencia en el mes de Octubre, como ya lo pedía el Papa León XIII.
La reciente inclusión de San José en las Plegarias Eucarísticas, nos muestra que es voluntad del mismo Dios, una presencia josefina, más clara, en el ámbito de nuestra Fe.
“Santa María, Madre de Dios y Esposa de José, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”
“Con José está Jesús, con José está María;
con José quiero estar en tan santa compañía”.
ALEGRATE JOSE
ResponderEliminarAlégrate José, hombre justo y bienaventurado,
pues de tu Esposa, la Virgen María,
nació Jesús, nuestro Salvardor.
Ruega por nosotros, Padre Custodio del Redentor,
para que tengamos paz en la tierra
y felicidad en el Cielo.
Antolín
Buenos días.
ResponderEliminarNo se si saben que el Miércoles de cada semana
y el 19 de cada mes se dedican a San José.
Por tanto hoy es un día josefino, por partida doble.
Que José y María, maestros en el trato de Jesús,
nos ayuden a tener una óptima relación con El.
Como dijo un Papa: por José se va a María y
por María a Jesús.
Yo le llamo la escalera. José es el peldaño que
está más abajo, pero es el primero por el que
hay que pasar para poder subir.
Cuando los pastores y los magos llegaron a ver al Niño,
¿con quien creen ustedes, que tuvieron que tratar primero?
Que tengan un feliz día.
Antolín