VIRGINIDAD
DE SAN JOSÉ
Según
algunos escritos apócrifos de los primeros siglos, como el libro Historia de
José el carpintero, el Protoevangelio de Santiago o el Evangelio
de Tomás, que son del siglo II o más tarde, San José habría estado casado
antes de conocer a María y habría tenido, al menos, seis hijos, que serían,
según algunos, los llamados hermanos de Jesús. Al quedar viudo, ya anciano con
89 años, se habría casado con María, que tenía unos catorce o quince años.
Según estos libros apócrifos, José habría vivido hasta los 111 años, pasando
unos veinte años con Jesús. Estos libros influyeron en la opinión de que San
José era un anciano, que más que esposo era un padre para María, y que se
habría casado con ella para salvar las apariencias ante la sociedad.
Nada más
fuera de la realidad. San José tuvo que hacer frente a todas las
responsabilidades de una familia, lo que hubiera sido imposible si hubiera sido
un anciano, que necesitaba cuidado y atención. ¿Cómo hubiera podido guiar a la
Sagrada Familia por el desierto con todos los peligros y con todo el esfuerzo
que supone caminar veinte días hasta llegar a Egipto? Dios puso al lado de
María un compañero y un esposo fuerte y vigoroso para defenderla de todos los
peligros y para ayudarla en todas sus necesidades. Un esposo, que debió
trabajar mucho para poder sustentar una familia pobre, especialmente durante su
estancia en Egipto, donde no tenían familiares. Hablar de José como de un
anciano enfermo es algo que sólo libros apócrifos y fantasiosos pudieron
inventar.
El
padre Tomás Morales, fundador de los Cruzados de Santa María, afirma: Aquí
está San José: anchas espaldas para el trabajo, no pierde ni un segundo, está
siempre adorando, está siempre trabajando, está siempre solícito, cuidando de
la Virgen y, sobre todo, de Jesús niño. No tiene un instante libre, no piensa
más que en amar, adorar y en trabajar para ellos. Aquí está san José. Es el
ministro de relaciones exteriores de la sagrada familia. Él es el que se tiene que preocupar de todo en
Nazaret, en los cuatro o cinco días de camino hacia Belén, en la gruta de
Belén, en Egipto después, en Nazaret y siempre relacionándose con todos.
Por
eso, desde los primeros siglos, varios santos Padres tuvieron que hablar de un
San José joven, y no anciano y viudo. San Jerónimo defiende su virginidad en su
escrito contra Helvidio: Tú dices que María no fue virgen; yo reivindico
para mí aún más, a saber, que también el mismo José fue virgen por María, para
que del consorcio virginal naciese el Hijo virgen. En el santo varón no hubo
fornicación y no se ha escrito que haya tenido otra mujer. De María fue más
bien custodio que marido; de donde se sigue haber permanecido virgen con María,
quien mereció ser llamado padre del Señor.
San
Pedro Damián (1007-1072) escribió: No parece que fuese suficiente que sólo
la Madre fuese virgen; es de fe de la Iglesia que también aquel que hizo las
veces de padre ha sido virgen. Nuestro Redentor ama tanto la integridad del
pudor florido, que no sólo nació de seno virginal, sino también quiso ser
tocado por un padre virgen.
Santo
Tomás de Aquino dice: Se debe creer que José permaneció virgen, porque no
está escrito que haya tenido otra mujer y la infidelidad no la podemos atribuir
a tan santo personaje.
Dice
san Francisco de Sales (1567-1622): María y José habían hecho voto de
virginidad para todo el tiempo de su vida y he aquí que Dios quiso que se
uniesen por el vínculo del santo matrimonio, no para que se desdijeran y se
arrepintieran de su voto, sino para que se confirmasen más y más y se animasen
mutuamente juntos durante toda su vida. Muchos santos de peso creen que
José había hecho voto de virginidad antes de casarse con María, pero lo que sí
es cierto es que, a partir de su matrimonio con María, lo hizo para aceptar así
la voluntad de Dios.
ES una excelente reflexión, sobre el amor, comparto, que el verdadero amor es gastarse por la felicidad de quienes estan a nuestro lado, y San JOsé, nos enseña,amar, adorar a Dios, y a cumplir su voluntad.
ResponderEliminarAsì es Mafer, San Josè es un gran maestro de vida y ejemplo de amor y devociòn a Jesùs y Marìa.
Eliminar"José y María, precisamente en vista de su contribución al misterio de la Encarnación del Verbo, recibieron la gracia de vivir juntos el carisma de la virginidad y el don del matrimonio" (Juan Pablo II, Redemptoris custos, 7).
ResponderEliminar“…la maternidad de María es virginal: y a esta maternidad virginal de María corresponde el misterio virginal de José,…” (Juan Pablo II, Audiencia, 24 marzo 1982)
Vladimir